Antecedentes Prehispánicos
El lugar donde ahora se encuentra ubicado el Municipio de Fresnillo,
y en general todo lo que comprende nuestro Estado de Zacatecas, ha tenido
la presencia del hombre desde hace millones de años.
Prueba de ésta afirmación tenemos los siguientes datos:
Depósitos de huesos de mamuts en la Zona de "Santa Anita" y "El Pardillo"
Ejemplares líticos en nuestro poder, localizados en terrenos
de la región de Urite, del municipio de Fresnillo (estudios hechos
a puntas de flecha por personal de INAH, ubican algunos ejemplares en 10 mil años A.C., otros en
3 mil años A. C. Y otros de tiempos de la Colonia.)
Huellas de asentamientos temporales humanos cerca del cerro de "Chilitos",
donde se han encontrado puntas de flecha con sus raspadores, cerámica
y semillas de cereales, principalmente de maíz, que se pueden ubicar
en épocas anteriores la llegada de los españoles.
Pinturas rupestres en la Cañada de Linares, de las que en su momento se hicieron pruebas, habiéndolas ubicado en milenio 10, antes de nuestra Era.
Con esta información, podemos deducir que el paraje donde se asienta Fresnillo, era continuamente visitado por grupos de tribus nómadas que hacían sus recorridos en busca de caza, como los guachichiles, zacatecos, pimes, iritilas, apaches, comanches, etc., permanecían un tiempo en un lugar y continuaban su recorrido hacia otras tierras.
Preferían los lugares donde había agua, y aquí en la zona de Fresnillo, había muchos embalses naturales y corrientes de agua.
Antecedentes Coloniales
Nuestra Historia empieza entre los años de 1551 ó 1552. aunque no contamos con la fecha exacta, de acuerdo a los acontecimientos que tenemos registrados, sí podemos ubicarla precisamente en esa época, cuando Diego Fernández de Proaño, en una de las incursiones que hizo en la región, en la búsqueda de nuevas minas, llega al lugar que conocemos ahora con el nombre de "Cerro de Proaño", donde se descubre a flor de tierra evidencias de mineral
Ignoramos la razón por la cual esa expedición de Diego Fernández de Proaño no se detuvo más tiempo a explorar la riqueza que contenía este cerro.
Encontramos una versión, que no hemos confirmado, que menciona que esa expedición traía como objetivo "la búsqueda de un enorme cerro, todo de metal (no menciona qué tipo de metal) mismo que al decir de los naturales, se encontraba al viento norte, tierra adentro".
La realidad es que Diego Fernández de Proaño, se concreta a bautizar con su segundo Apellido el Cerro, y dos días después, continúa su viaje hacia el norte.
A su regreso a Zacatecas, reporta al Virrey su hallazgo, pero aparentemente no hubo mucho interés por su descubrimiento, y el Cerro de Proaño queda olvidado durante algunos años, y solamente se toma como punto de referencia por parte de las subsecuentes expediciones.
En esas épocas, poco a nada se conocía de la región comprendida al norte de la ciudad de Zacatecas, por lo que, quienes contaban con los recursos necesarios, costeaban expediciones en busca de minas y para fundar poblaciones o Villas Españolas.
Francisco de Ibarra, recién llegado de España, originario de la Provincia de Guipúzcoa, era sobrino de Don Diego de Ibarra, Yerno del Virrey Don Luis de Velasco, y entró como paje en la Corte del Virrey cuando tenía apenas 14 años (1553)Al siguiente año, su tío, Don Diego, lo manda a Zacatecas con las intenciones de hacer exploraciones, y a pesar de su corta edad, pero confiando en el apoyo de muchos otros españoles experimentados con quienes Don Diego llevaba amistad, organiza una expedición para explorar las tierras del norte. Le envía los suficientes recursos y pone al frente de ese grupo al joven Francisco de Ibarra, que ya entonces contaba con 15 años de edad, pero asesorado por el experimentado descubridor de Zacatecas, Juan de Tolosa.
Salen de Zacatecas el día Primero del mes de septiembre de 1554, y llegan al lugar donde ahora se asienta Fresnillo el día 2 de septiembre, después de recorrer aproximadamente 60 kilómetros.
Aquí, en este lugar, había un Ojo de Agua a la orilla de una Laguna, en cuyas márgenes crecía un pequeño Fresno, por lo que Francisco de Ibarra lo bautiza como "Ojo de aguas del fresnillo".
Como acompañantes en la expedición de Francisco de Ibarra, venían , entre otros: Juan de Tolosa (Como Maestre de Campo y Primer Lugarteniente), Pedro de Hermosillo, Miguel de Castro, Martín de Careaga, Pedro López del Perúl, Miguel Ruiz Giral, Martín de Rentería, Juan de García, Domingo de Villabono, Fray Gerónimo de Mendoza (Sobrino de Don Antonio de Mendoza, Primer Virrey de Nueva España)
Además traían Armas, caballos, ganado y 62 mulas cargadas con víveres y municiones, así como un número no determinado de esclavos negros e indios.
La expedición permaneció algunos días en este lugar. Estuvieron haciendo algunas exploraciones en el Cerro que Proaño.
La intención de Francisco de Ibarra era la de fundar un pueblo en este lugar, por lo que, al saber que Fray Jerónimo de Mendoza decide quedarse un tiempo más aquí para ampliar sus investigaciones acerca de unos yacimientos salinos que existían en lugares cercanos al Ojo de aguas del Fresnillo, deja a algunos indígenas con este objeto, partiendo el grueso de la expedición con rumbo al norte, hasta que llegaron al "Río Grande", (Aguanaval), mismo que cruzaron con dificultad, para luego dirigirse con rumbo a Sain. No se sabe de más actividades que haya habido en este lugar. Sin duda Fray Jerónimo de Mendoza permanece unos días y se retira con su grupo a las Salinas, y vuelve a quedar abandonado este paraje.
Los primeros pobladores
Este lugar siguió conociéndose como "El Ojo de Aguas del Fresnillo", y era utilizado como punto de descanso por los expedicionarios y viajeros que hacían uso del "Camino Real" a las Minas de San Martín y Sombrerete. Doce años estuvo en esta forma.
El día 8 de octubre del año de 1566, llegan al lugar que ahora conocemos como "Plateros", un grupo de mineros que venían de Zacatecas en busca del "Cerro del Peñol". Después de algunos días de búsqueda, ante la imposibilidad de localizarlo, deciden pernoctar en las lomas de ese lugar. Por la mañana, tal vez por la costumbre, empezaron a explorar en los alrededores, y con sorpresa encontraron a flor de tierra piedras mineralizadas, por lo que deciden quedarse a trabajar en ese lugar, bautizando el sitio como "San Demetrio", nombre del Santo que se festejaba ese día.
Los nombres de los mineros que llegaron a San Demetrio, son los siguientes: Antonio del Valle, Pedro de Medina, Diego del Castillo y Juan Rollón.
Al descubrimiento de las Minas de San Demetrio, vinieron muchos mineros de Zacatecas a buscar fortuna, algunos de los cuales , después de estar ahí un buen tiempo (Un mes aproximadamente), el día 24 de noviembre del mismo año, deciden venir a explorar el cerro de proaño, lugar que ya se conocía desde hacía varios años y distante tan solo unos kilómetros de San Demetrio.
Llegan ese mismo día al "Ojo de aguas del Fresnillo" el día de Santa Catalina. Ellos fueron: Jacome Shafin (Chipriota), Alonso González (Portugués) Pablo Torres (Castellano)
Pocas semanas después llegaron al Ojo de Aguas del Fresnillo: Pedro Gaytán, Gaspar de Espinoza, Francisco de Ocampo, Gómez de Gesto y Alonso Tabuyo.
Y a principios del año de 1567 llegaron: Alonso de Alarcón, Gaspar Manso, Juan Huidrobo, Francisco Ruiz, Juan de Landeras y Antonio Valdenebro.
Todos Ellos, con su personal de trabajo (esclavos e indios) establecieron un poblado en este mismo lugar, el cual a partir de ese momento y hasta la fecha, ha tenido vida.
Un censo poblacional de 1612 / 1632.
El Dr. Monte R. Kenaston, un Investigador Norteamericano de la Universidad de Memphis Tenessee, E. U. A.., en sus investigaciones encontró un Censo Poblacional de los habitantes de Fresnillo, practicado en los años 1612/1632, siendo éste como sigue: españoles 267, mulatos 153, mestizos y negros 852, total 1,272 habitantes.
En esas épocas las incursiones de los Indios que venían de las regiones del Norte en sus recorridos en busca de caza, entre otros los Guachichiles, que eran los más aguerridos, continuamente tenían enfrentamientos con los primeros habitantes del Ojo de Aguas del Fresnillo, generalmente con malos resultados para los colonizadores, pues los indígenas tenían dotes especiales para la guerra y su bien ganada fama de ser los mejores arqueros de América, por lo que el Virrey Don Martín de Enríquez, ordena la construcción de un "presidio" aquí en Fresnillo ("Presidios" les llamaban a los Fuertes o Cantones con Guarniciones Militares para la protección de los habitantes) asignando al Capitán Rodrigo Río de la Loza al mando de ocho soldados para la protección de esta región.
Este Fuerte o Cantón Militar se ubicó precisamente en el lugar en el que ahora se encuentra la presidencia Municipal de Fresnillo.
Las primeras autoridades civiles y religiosas
Contamos en nuestro archivo con los nombres de las personas que tenían la responsabilidad civil y religiosa desde el año de 1568 hasta 1621. Solamente mencionaremos los tres primeros que ostentaron el cargo en ambos casos:
Alcaldes Mayores
1568 Cap. Diego Núñez de Miranda
1573 Cristóbal Caldera
1578 Juan de Avellaneda
Curas y Vicarios
1569 Miguel de Goya
1579 Bachiller Gómez
1608 Luis de Amézaga
La villa de fresnillo en los años de 1682 / 1757.
La vida en la "Villa de las Aguas del Fresnillo" seguía su curso
y con una población de más de mil habitantes... Los españoles
vivían en la zona comprendida en el lugar que ahora conocemos como
Centro Histórico, mientras que los indios y negros se ubicaban en
dos barrios que se encontraban en el lugar que ahora conocemos como "Barrio
Alto". De esos barrios indígenas uno era el "Barrio de Michoacán"
donde habitaban los indios tarascos y el otro el Barrio de "Tonalá",
donde estaban los Indios tecuexes y tlaxcaltecas.
De 1682 a 1757, las minas estuvieron trabajando regularmente. Eran decenas de lugares, la mayor parte ubicadas en las faldas del Cerro de Proaño.
En el año de 1757, ya habían avanzado la profundización de los trabajos en las minas (más o menos 50 metros) y empezaron a tener muchos problemas a causa del agua. Los costos de producción se les dispararon al tener que gastar más en el desagüe. En ese año se reportan solamente 40 minas trabajando y muchas de ellas, como se comunicaban por abajo entre sí, ninguno de los mineros quiso invertir más en el desagüe, ya que al hacerlo también tendrían que desaguar las otras minas y los trabajos fueron abandonados. Al no haber producción, los propietarios de las minas entraron en crisis económica que ya venían arrastrando tiempo atrás. El Virrey de Ahumadas, Marqués de las Amarillas, era quien estaba proporcionado los avíos a los mineros, quienes al no poder pagar su deuda, sus minas fueron embargadas. El Virrey se queda con todas las minas y nombra como Administrados al Sr. Manuel Aldaco quien no pudo hacer mucho y la minas permanecen paradas durante muchos años.
Situación política y producción total de las minas
de Fresnillo durante la administración del Lic. Francisco García
Salinas. (1834)
La situación política en el país era muy inestable.
Había fricciones entre el Gobierno de Zacatecas del Lic. Francisco
García Salinas y el Gobierno Central del General Antonio López
de Santa Anna.
El 23 de mayo de 1834, se da a conocer al país el "Plan de Cuernavaca", por medio del cual Santa Anna se proclamaba como Dictador, desconociendo a todos los Gobernadores del País. García Salinas se niega a aceptar ese plan y se une a los Gobernadores de los Estados de Guanajuato y de Jalisco para oponerse a Santa Anna, y deciden prepararse para formar la "República Occidental", teniendo como base inicial estos Estados y empiezan los preparativos de guerra contra el Dictador.
Había espías de Santa Anna en este lugar y en los otros Estados, quienes le informaban al Dictador de todos los movimientos que los Gobernadores hacían.
Al no tener pretexto para castigar a García Salinas, el Dictador
urde un plan. En el periódico "El Telégrafo", propiedad de
Santa Anna, en una de las ediciones de diciembre aparece un artículo
en el cual se afirma que "El Ayuntamiento de Fresnillo había propuesto
que se pusiera fuera de la Ley a Santa Anna".
Con ese artículo Santa Anna estaba preparando el terreno y justificaciones
para llevar a cabo su plan de castigar a García Salinas y de paso
apoderarse de las minas de Fresnillo.
Así termina el año de 1834. García Salinas termina su mandato y se retira a la vida privada, lléndose a radicar a su Hacienda por el rumbo de Jerez.
En lo que respecta a las minas, el 30 de noviembre del año de 1834, el Lic. Francisco García Salinas rinde el informe final de su actuación como Administrador de las Minas de Fresnillo, donde reporta que en los poco más de dos años de operación de las minas se obtuvo una ganancia neta de 4 millones, 742 mil 373 pesos. (En esa cantidad se habían convertido los 150 mil pesos que había conseguido en préstamo en el año de 1831)
Siglo XX
Particularmente el Siglo XX fue rico en acontecimientos notables que han permitido el crecimiento de nuestro Municipio, gracias a la conjunción de numerosos factores, entre otros, y tal vez uno de los más importantes, el avance Tecnológico al que ahora tenemos acceso, lo que nos ha permitido modificar las formas de prestación de servicios a los habitantes de nuestra Ciudad, elevando la calidad de vida de los fresnillenses.
Particularmente en las últimas tres décadas, la imagen urbana de la ciudad ha cambiado notablemente con las nuevas construcciones, se han abierto nuevos caminos para comunicar a las más de 250 comunidades con que cuenta el municipio, algunas muy alejadas, y muchos de esos caminos ya han sido pavimentados, integrando a la modernidad a sus habitantes, quienes ya cuentan además con casetas de la red telefónica ó enlaces por telefonía celular.
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