De sus primeros pobladores se sabe que fueron de la tribu tecuexe, una de las de mayor antigüedad y cuya historia es poco conocida. El historiador zacatecano Elías Amador, afirma que durante siglos dominaron un extenso territorio, asentándose y estableciendo cacicazgos en Mitic, Xalostotitlán, Yahualica, Mexticacán, Tlacatán, Ixtlahuacán y Acatic. A la luz de recientes investigaciones se han logrado desentrañar interesantes datos sobre su vida religiosa, cultural y social. Ahora se conoce que, además de expertos guerreros, eran magníficos agricultores y profundamente religiosos.
La conquista de los cacicazgos de esta región estuvo a cargo de Pedro Almíndez Chirinos, en 1531 , quien fue enviado a dicha misión por Nuño Beltrán de Guzmán. Las huestes que acompañaban a Almíndez Chirinos se integraban por 30 de a caballo, 50 infantes 1000 mexicanos y tarascos. Fue bien recibido por los naturales e incluso por el cacique del pueblo, y al no encontrar resistencia , tomó posesión de este territorio. Al penetrar en la región, Chirinos se hizo acompañar del cacique de Acatic llamado Xocinaque quien le sirvió de intérprete ante otros pueblos vecinos. El proceso de evangelización de los naturales estuvo a cargo de los franciscanos.
En 1538 se presentó una sublevación regional que puso en peligro el control de los territorios conquistados hasta esa fecha. Esta insurrección adquirió grandes dimensiones al involucrarse todos los pueblos de la zona, mientras unos se aliaron a los españoles, otros los combatieron. El conflicto se prolongó hasta 1541, cuando tuvo un trágico desenlace para los naturales, en el cerro del Mixtón. Al inicio de la rebelión los de Acatic enfrentaron a los españoles pero finalmente se les unieron contra la rebelión encabezada por Tenamaxtle.
Después de la conquista y evangelización tomó el nombre de San Juan de Acatic, resultando éste de la fusión de Santa María de Acatic y San Juan del Carrizal, asentándose en el lugar que ahora ocupa.
En 1811 se reunió el pueblo bajo la presidencia de Manuel Villegas (alcalde indígena) para apoyar la causa del cura Hidalgo; armados de palos y hondas atacaron a los españoles en la ciudad de La Barca, donde fueron derrotados. Todos los indígenas sublevados fueron perdonados pero Manuel Villegas fue fusilado y colgado como advertencia a los insurgentes. Este acontecimiento fue registrado en un testimonio escrito por Albino Lomelí y fechado en 1865; documento que se encuentra en el Archivo Municipal de Acatic, según nos refiere el historiador José Antonio Gutiérrez Gutiérrez.
En la Estadística de la Provincia de Guadalajara, que data de 1823, se menciona a Acatic como ayuntamiento. Para 1825 pertenecía al tercer cantón de La Barca.
Durante la intervención francesa,esta región fue escenario de frecuentes enfrentamientos entre liberales y conservadores. En 1864, Acatic fue ocupado por los franceses.
En el decreto número 220, fechado el 9 de diciembre de 1886, ya se menciona a Acatic como municipio en los siguientes términos: "[...] se erige en Comisaría Política la Congregación del Refugio, antiguamente denominada Paredones del municipio de Acatic [...]".
El 25 de agosto de 1970, mediante decreto número 8611, se elevó a la categoría de villa el poblado de Paredones y cambió su denominación, llevando en lo sucesivo el nombre de villa Gutavo Díaz Ordaz. Actualmente es la segunda localidad en importancia en el municipio de Acatic.
La Guerra Cristera cobró la vida de muchos acatiquenses que se
unieron a la lucha tanto del lado de los federales como de los católicos
alzados en armas.
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